Ya hay mujeres que congelan sus óvulos y postergan la maternidad

UN NUEVO METODO MAS SENCILLO Y ECONOMICO ESTA DISPONIBLE EN EL PAIS DESDE HACE UN AÑO

Es un fenómeno reciente. Con esta técnica se aseguran la fertilidad en el futuro.


Cumplir 35 parece ser un momento clave en la vida de una mujer, si es que quiere ser madre. A esa edad comienza la disminución de la reserva ovárica y baja la calidad de los óvulos, es decir, empieza a complicarse la posibilidad de quedar embarazada. Ese hecho físico se choca contra las nuevas “costumbres” de las mujeres, que postergan su maternidad por estudios o cuestiones laborales. Los médicos las llaman “causas sociales”, y ya ofrecen una solución: congelar los óvulos para poder usarlos cuando se quiera. Hay centros de fertilización que hacen campañas para concientizar sobre los riesgos de atrasar demasiado la maternidad. Ayer, uno de estos centros lanzó el primer Banco de Maternidad Diferida de la Argentina.”Cada vez se atrasa más la maternidad. En el sector universitario femenino se postergó siete años en los últimos cuarenta. Si en los 60 las mujeres tenían, en promedio, su primer hijo a los 23, ahora lo tienen a los 30. Es decir que hay mujeres que van a intentar quedar embarazadas después de los 37 años, y esa edad ya es crítica”, explica a Clarín Carlos Carrere, director médico de Procrearte, el centro que abrirá el Banco de Maternidad Diferida. “Está enfocado a todas las mujeres que quieran postergar su maternidad. Vitrificamos sus óvulos, que quedan con la misma calidad como si fueran frescos. La tasa de fertilización, embarazo y aborto será la del momento de la extracción del óvulo, se conserva tal cual”, asegura Carrere.

La vitrificación es una técnica que se usa en el país desde hace un año. Es otra forma de criopreservación. Ester Polak, del Instituto CER, hace un poco de historia, y cuenta que en el 97 se usaba la técnica de “congelamiento lento”. “Hace siete años se comenzó a difundir otra técnica de congelamiento, la vitrificación, que resultó más fácil de implementar y más económica, pues no requiere el uso de aparatos sofisticados y caros como el congelamiento lento”. Dice Polak que en el CER 150 mujeres guardaron sus óvulos (20 los usaron): el 30% vitrificados. En Procrearte vitrificaron 40 mujeres y en el Cegyr 30. “Hicimos una campaña para que las mujeres tomen conciencia, porque nadie a los 32, 33 años piensa que le va a costar tener hijos, pero después de los 35 empiezan los riesgos y a los 40 es tarde”, asegura Sergio Papier, director del Cegyr. “El óvulo es una célula muy delicada”, insiste. Así, a las mujeres mayores de 38 años que quieren vitrificar sus óvulos primero les hacen una prueba hormonal para ver si vale la pena. “Estos estudios se analizan en relación a la edad de la paciente y permiten determinar el estado de la reserva ovárica –dice Sergio Pasqualini, de Halitus–. Pero hay que recordar que el período más fértil de la mujer es a los 25 años, disminuye lentamente hasta los 30 y algo más hasta los 35, acentuándose a partir de ese momento”.Congelados, los óvulos pueden estar años y años. ¿No hay límites? Sí, el de los comités de ética de estos centros (no hay regulación), y en general no se implantan a mujeres mayores de 50 años.

 


Gratis, en casos de enfermedad
Uno de los temas de la Fundación REPRO es el programa de información y concientización de la preservación de la fertilidad en pacientes oncológicos y por motivos sociales. Sostienen una campaña de vitrificación gratuita de óvulos en pacientes oncológicos con dificultades económicas. Reciben solicitudes, se evalúa cada caso y se hace gratis la vitrificación de óvulos a pacientes con dificultades económicas. “Los procedimientos para tratar el cáncer son muy agresivos y frecuentemente provocan, en mujeres en edad fértil, la pérdida de la capacidad reproductiva ya que destruyen los tejidos productores de gametos. Hoy, la vitrificación permite preservar las células reproductoras de las pacientes, dándoles la posibilidad de que, una vez finalizado su tratamiento, puedan concretar el sueño de ser madres”, explica Sergio Pasqualini, director de Halitus.