FECUNDACIÓN IN VITRO / ICSI
FECUNDACIÓN IN VITRO
Esta técnica consiste en obtener óvulos, fecundarlos en el laboratorio con espermatozoides y luego transferir los embriones al útero. La fecundación in vitro (FIV) se aconseja cuando las trompas de Falopio están dañadas (obstrucciones tubarias, adherencias tuboperitoneales, cirugías tubarias); en casos de alteraciones espermáticas (factor masculino leve a moderado); en endometriosis severa; en casos de infertilidad sin causa aparente; y cuando ha habido inseminaciones previas fallidas.
Para empezar el procedimiento, se emplean distintos fármacos para estimular al ovario para que produzca la cantidad de óvulos necesaria, sin poner en riesgo la salud de la mujer. Mediante ecografías vaginales y mediciones de hormonas en sangre, se puede saber cuando los óvulos que se encuentran dentro de pequeñas celdas en los ovarios (llamados Folículos), están maduros. Es entonces que se extraen los óvulos mediante una punción ovárica transvaginal realizada bajo control ecográfico en nuestro quirófano. Este proceso dura apenas 15 minutos y la mujer recibe una suave sedación para no sufrir ninguna molestia. En dos horas, puede regresar a su casa. Mientras tanto, en nuestros laboratorios equipados con tecnología de última generación, se condicionan los óvulos y se prepara la muestra de esperma utilizando el método de recuperación que esa muestra requiera. Los óvulos se pueden utilizar inmediatamente para fertilizar espermatozoides o se pueden congelar para futuros intentos. Si se desea utilizarlos inmediatamente, los óvulos se colocan junto con espermatozoides en una cápsula para que se produzca la fertilización. La Fertilización se produce cuando el espermatozoide entra dentro del óvulo sin ayuda , por si mismo, y se evidencia en el laboratorio cuando a las 18 hs aparecen dos pronúcleos dentro del óvulo , uno que corresponde al material nuclear del óvulo y otro al del espermatozoide.
En el caso de factores masculinos severos, fallas de fertilización previa y presencia de aglutinación espermática, se utiliza la inyección intracitoplasmática ovocitaria o ICSI en la cual se introduce directamente un espermatozoide en cada óvulo. Transcurridas unas 18 horas, nuestros expertos en fertilización examinan los óvulos, para saber cuántos han sido efectivamente fecundados o fertilizados Se los deja en condiciones de cultivo algunas horas más, durante las cuales los óvulos fertilizados comienzan a dividirse.
Según cada situación clínica en particular se decidirá el día en que se transferirán los embriones al útero. El CER recomienda transferir no más de dos embriones de buena calidad en mujeres menores de 35 años- para evitar embarazos hiper múltiples de alto riesgo- y congelar el resto de los embriones para ser utilizados en el futuro (ver criopreservación).
Transferencia Embrionaria
La transferencia de los embriones se realiza desde los 2, 3, 5 a 6 días de extraídos los óvulos. Salvo que por alguna específica razón se deba diferir. Es un procedimiento sencillo que se efectúa bajo control ecográfico en un ambiente apropiado y que no requiere anestesia. La paciente se puede retirar la hora. A los 12 a 14 días se podrá saber mediante un test en sangre de la subunidad beta de gonadotrofina coriónica (beta HCG) si la transferencia ha sido concretada.
El éxito de esta técnica depende de muchos factores, entre los cuales figuran la edad de la mujer, la calidad de los óvulos y de los espermatozoides entre otras. Naturalmente, las parejas jóvenes sin antecedentes conocidos de infertilidad, logran embarazar con el 20 al 25% de chances por ciclo, dentro del primer año de relaciones sexuales no protegidas. Las nuevas tecnologías han logrado superar ampliamente esas posibilidades llegando del 30% al 70% según edad y técnica aplicada.
ICSI
La inyección de un espermatozoide directamente en un óvulo, bajo un microscopio especial y mediante micromanipulación, ha permitido obtener embarazos otrora imposibles. En 1992 se logró un gran avance en el campo de la reproducción asistida: la microinyección espermática. De este modo, muchos varones con baja cantidad o baja calidad de espermatozoides, consiguieron ser padres sin recurrir a donantes de esperma. Prácticamente, todos los hombres que tienen algún problema reproductivo en el eyaculado, en sus testículos y otros elementos que participan en la producción de semen) pueden tener hijos. Los espermatozoides se pueden extraer de diferentes partes del sistema reproductor masculino. Luego hay que inyectarlos en óvulos obtenidos mediante estimulación hormonal de la mujer.