Para mí, como para muchos, el nacimiento de Louise Brown fue el determinante de mi profesión. Como médica, debía aprender el procedimiento que permitió su gestación para ayudar a la enorme cantidad de parejas que con la metodología del momento no lograban ser padres. Bob (Edwards) fue mi mentor, mi amigo, un hombre de una creatividad permanente, insaciable estudioso, generoso docente. A partir de ese momento, la técnica se diseminó por el mundo. Fue posible criopreservar preembriones; una variante de la fertilización in vitro denominada ICSI, que consiste en la inyección del espermatozoide dentro del óvulo, se sumó para casos de infertilidad masculina con espermatozoides escasos o alterados; se logró la donación de óvulos para mujeres que se han quedado sin ellos; y es posible hacer un diagnóstico genético preimplantatorio antes de transferir un embrión. A lo largo de estos años, la Argentina estuvo a la par de los países avanzados en el desarrollo e implementación de las nuevas tecnologías reproductivas. Estos se manifiesta a través de las tasas de embarazo, que inicialmente eran menores al 15% y que en la actualidad en los centros de referencia pueden superar el 40%. Si en los inicios el riesgo de embarazos múltiples era alto, pues se transferían varios embriones, con las mejoras asociadas a la posibilidad de criopreservar, hoy se transfieren cada vez menos embriones. Incluso, ya es muy eficiente la transferencia de uno solo, lo que disminuye drásticamente la morbilidad materno-infantil. El futuro traerá muchas novedades, que se podrán implementar en humanos dentro de los marcos éticos preestablecidos, una vez terminadas las distintas etapas experimentales en curso. La gametogénesis artificial; esto es, la creación de espermatozoides y óvulos artificiales, es uno de estos posibles avances. La clonación reproductiva está vedada internacionalmente, pero ¿esta veda continuará indefinidamente o se podrá levantar para casos especiales? En muchas áreas, y sobre todo para tratar enfermedades aún intratables, el futuro pareciera ser promisorio con la clonación terapéutica. Quizás mis hijos y/o mis nietos lleguen a ser testigos de esto.