EN GRAN BRETAÑA SE AUTORIZO LA MEDIDA Y ESTALLO LA POLEMICA
Permitirían buscar una cura a dolencias como el Parkinson y el mal de Alzheimer.
La decisión tomada ayer por la Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) de Gran Bretaña de autorizar la creación de embriones híbridos a partir de la integración de ADN humano en óvulos animalesdespertó polémica.
“Es una buena noticia para los pacientes, el público y la comunidad científica. Resulta un paso adelante en la investigación médica y en la búsqueda de nuevas curas a enfermedades terminales”, explicó el doctor Evan Harris, coordinador de la campaña impulsada por los grupos científicos británicos para conseguir el sí del organismo oficial. La noticia, sin embargo, causó pavor entre los representantes de la Iglesia Católica y otros credos.
Expertos del King’s College de Londres y de la Universidad de Newcastle pugnaban desde hace un año por conseguir el permiso de la HFEA. Pero la entidad reguladora pospuso las habilitaciones hasta tanto conocer una consulta pública entre más de 2.000 personas. El 61% de los encuestados apoyó la idea de dejar investigar a los especialistas con embriones híbridos, siempre y cuando estos proyectos estén bien argumentados y ayuden a comprender mejor algunas enfermedades. Ahora, el organismo tiene tiempo hasta noviembre para aprobar o no los pedidos del King’s College y de Newcastle.
“La idea de utilizar embriones híbridos puede parecer aborrecible, pero hay que entender que no es nuestra idea crear una vaca-hombre bizarra, sino usar células que entiendan cómo crear mejores células madres humanas”, comentó el doctor Lyle Armstrong, de la Universidad de Newcastle. Hasta ahora, los científicos dependían de células humanas sobrantes de tratamientos de fertilización, material escaso y no siempre de calidad.
Según los expertos, el embrión “citoplasmático híbrido” sería un 99,9% humano y apenas un 0,01% animal. Su creación estaría destinada a buscar la cura a enfermedades degenerativas, como Parkinson y Alzheimer. Los científicos se comprometen a destruir los embriones después de los 14 días de vida para evitar la tan mentada “manipulación genética”. Este tipo de estudios ya han sido llevado adelante en Estados Unidos, Canadá y China.
“Es una violación más a los derechos del embrión. No sólo es privado de su vida en curso durante el experimento científico, sino de todo vínculo humano. Se lo deshumaniza incluso más a partir del mismo método que lo crea”, resaltó Helen Watt, directora del Centro Linacre para la Salud Etica, de Londres.
Antecedentes
- Febrero de 2007. Anuncian en Escocia, siete meses después de su nacimiento, la clonación de la oveja Dolly.
- Diciembre de 2002. La secta raeliana revela la existencia de un bebé clon. El mundo científico duda y cuestiona.
- Abril de 2004. Expertos europeos crean vacas clones productoras de anticuerpos contra el cáncer.
- Agosto de 2004. En Gran Bretaña autorizan la clonación con fines terapéuticos.
A favor
Ester Polak de Fried
Vicepresidenta Red de Eco-Bioética (UNESCO)
La mezcla de embriones humanos y animales puede impresionar y despertar fantasías, pero no debe generar alarma ni sorpresa. Se trata de experimentos destinados a la investigación para encontrar la cura a enfermedades terminales. Lo que se hace es reemplazar el núcleo de un óvulo animal por otro de humanos y probar en ellos distintas drogas y analizar sus reacciones. Esto será de gran utilidad para la investigación médica. Seguramente en poco más de cinco años se hayan encontrado respuestas a males que hoy aquejan a grandes porciones de la humanidad.
Para el Vaticano, es “monstruoso”
Apenas difundida la noticia del permiso en Gran Bretaña para crear embriones híbridos de humanos y animales, el Vaticano alzó la voz. “Esto es un acto monstruoso que atenta contra la dignidad humana”, remarcó el presidente de la Academia Pontifical para la Vida, monseñor Elio Sgreccia. Y agregó: “Pensamos que el gobierno británico cedió ante peticiones, sin duda inmorales, de un grupo de científicos”.
En contra
Padre Rubén Revello
Coordinador del Instituto de Bioética de la UCA
La Domnum Vitae, de 1987, es muy clara al declarar a estos experimentos como “contrarios a la dignidad humana, ya que lesiona el derecho de la persona a ser concebida y nacer en el matrimonio”. Las investigaciones en células madres, hasta ahora, fueron exitosas sólo en células adultas, mientras que en embriones no han avanzado. Por lo tanto, no parece lógico permitirlas. Es más, esto puede degenerar en la creación de nuevas especies —la “quimera humana”—, en la manipulación genética indiscriminada y, en el peor de los casos, hasta de la creación de una nueva especie.