Decisión de una pareja gay, en Israel.Usaron espermatozoides de los dos hombres. Una mujer donó los óvulos y otra prestó su útero. Los cuestionan a nivel ético.
Suena complejo, y lo es: en Israel nacieron mellizos de dos papás distintos gracias a una fecundación in vitro en la que una mujer donó sus óvulos y otra puso su vientre. Va de nuevo: cada papá puso su semen, que se mezcló con dos grupos de óvulos de una mujer. Al formarse los embriones, se eligió uno de cada hombre y se transfirieron al útero de otra mujer. La pareja es gay, la donante de óvulos anónima y la que puso su cuerpo es una amiga que, asegura, participará en la crianza de los dos varones. Dicen los especialistas que científicamente es posible. Pero éticamente, cuestionable. Lo más común es que una pareja de homosexuales busque una donante de óvulos y una mujer que ponga su vientre (a veces es la misma mujer, a veces no), pero el embrión suele ser de un solo padre, o de los dos pero en dos embarazos diferentes. En este caso lograron que los niños sean mellizos, y eso lo hace especial. Si bien la pareja –dos hombres de 30 años– es de Israel, el tratamiento se hizo en un país de Europa del Este que no trascendió, ya que en Israel estas técnicas están prohibidas.“Es muy inusual. No conozco otro caso como éste”, aseguró el doctor Ilia Bar, director de la clínica de fertilización de Tel Aviv que acompañó el proceso. Los mellizos, que son noticia en Israel por su inusual condición de tener tres padres biológicos y una madre de alquiler, nacieron el sábado en el hospital Ijilov de Tel Aviv.El proceso de fertilización se realizó en un laboratorio en el que también trabaja Bar. Tras elegir los óvulos inseminados de cada progenitor con mayores posibilidades de éxito, se implantaron en la madre de alquiler. “No hay nadie más feliz que nosotros en este momento. Es un milagro. Ya habíamos pasado por otros médicos sin resultado”, aseguraron los padres, que prefirieron guardar su anonimato.Para los especialistas argentinos, a nivel científico el caso no aporta novedades porque todo –donación de óvulos, fecundación in vitro, subrogación de vientre– se hace desde hace tiempo. Explican que en nuestro país no podría realizarse porque no está permitida la subrogación de vientre. “En realidad no está prohibida, no está legislada”, dice Sergio Paqualini, de Halitus. De hecho ya hay casos de niños nacidos de úteros “prestados”, pero están en la Justicia y algunos chicos aún no lograron tener su documento. Con respecto al caso de Israel, sostiene que “han hecho algo muy creativo”, pero que lo importante es tener asesoramiento psicológico “para que cada una de las personas tenga claro cuál es su rol”.Para Fernando Neuspiller, director de IVI Buenos Aires, “es complicado a nivel ético, ya que naturalmente es imposible. Es como que una mujer tenga relaciones con dos hombres al mismo tiempo y se quede embarazada de los dos y tenga mellizos”. Para el especialista, “lo racional hubiera sido que los tengan de a uno por vez. Está bien cuando la ciencia ayuda pero a veces se cruzan límites que no hay que cruzar. Más allá que acá no se puede alquilar un vientre, nosotros jamás mezclaríamos gametas, y mucho menos embriones”.Sergio Papier, al frente del Cegyr, también opina que a nivel científico lo que ha ocurrido es “absolutamente factible”. Y que el resultado fue perfecto porque prendieron los dos embriones. “En Argentina no podría hacerse porque hay un vacío legal, entonces no se recomienda la subrogación de vientre”.“Es bastante frecuente en las parejas homosexuales de otros países que recurran a la subrogación de vientre”, explica Ester Polak, de Cer. “En Argentina madre es la que da a luz y los contratos no son válidos. Por eso aquí las parejas gays siguen estando excluidas”. Ramiro Quintana, de Procrearte, aporta que “en Argentina lo que se da en parejas de lesbianas es que primero queda embarazada una y después la otra, pero los hombres no tienen posibilidades porque no hay útero subrogado. Y el nuevo Código Civil también dejó afuera esta alternativa”.