El virus del Zika se contagia a través de mosquitos del género Aedes y también por transmisión sexual. Se identificó por primera vez en 1947 en monos de la India y en 1952 se describió en seres humanos de Uganda y Tanzania. En los últimos meses se han registrado brotes en África, América, Asia y Oceanía. Por el momento no hay tratamientos específicos ni existe forma de prevenir la enfermedad, más que evitar la picadura del mosquito.
Basándose en lineamientos publicados por el CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) de los Estados Unidos y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) del mismo país, un grupo de especialistas de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) difundió entre sus miembros una serie de lineamientos y sugerencias para el cuidado de mujeres y hombres en edad reproductiva con riesgo de exposición al virus del Zika, que considero muy importante compartir:
·Las mujeres enfermas con síntomas de infección con el virus del Zika, deben esperar al menos 8 semanas del inicio de los síntomas, para intentar embarazarse. Mientras que los hombres enfermos con síntomas deben esperar al menos 6 meses desde el inicio de los síntomas.
·Las mujeres y hombres con posible exposición al virus del Zika, pero sin síntomas, deben esperar al menos 8 semanas de terminada la exposición, para intentar el embarazo.
. Estos mismos periodos de tiempo deben utilizarse en parejas que estén por efectuar tratamientos de fertilidad con sus propias gametas (óvulos y espermatozoides).
· Con respecto a los donantes de gametas, se propone no seleccionar posibles donantes hasta después de 6 meses luego de haber padecido la enfermedad o haber tenido alta posibilidad de estar expuesto al virus.
·Los test que existen del virus del Zika, se consideran aun complicados de realizar e interpretar, no están universalmente disponibles y no se recomienda en la actualidad los test serológicos en forma rutinaria.
·En aquellas áreas de transmisión activa del virus del Zika, se aconseja utilizar métodos anticonceptivos muy seguros para prevenir embarazos no deseados.
·Finalmente, se recomienda que los médicos deben aconsejar y educar a sus pacientes sobre el Zika.
La Argentina no es considerado país con virus activo. Durante los meses de verano se presentaron algunos casos aislados no autóctonos sino importados de países infectados, salvo un reporte debido a transmisión sexual. Si bien con la llegada del clima frío el riesgo disminuye significativamente, la probabilidad de infectarse en un viaje a zonas activas persiste y se deben tener presente las precauciones, sobre todo en aquellas mujeres embarazadas que deben ser advertidas y evaluadas.
Es importante recordar que la mayoría de la gente puede cursar la infección del virus del Zika sin sintomatología. En caso de presentarse, los síntomas más frecuentes son fiebre, rash cutáneo, dolores articulares y conjuntivitis, pudiéndose manifestar también dolores musculares y cefalea. Es muy poco probable que pueda ocasionar la muerte.
Con relación al tratamiento, consiste solamente en trabajar sobre algunos de los síntomas: se recomienda reposo, tomar mucho líquido y utilizar solo analgésicos como el acetaminofén o el paracetamol. No se debe tomar aspirina ni otros antiinflamatorios no esteroides, ya que existe riesgo de sangrado.
En cuanto a la microcefalia, se ha descripto una relación directa entre la presencia de un incremento llamativo de niños nacidos con esta condición en áreas endémicas con Zika.
Un estudio realizado por investigadores brasileros y publicado en marzo en el New England Journal of Medicine, indicaría que el Zika puede causar graves daños en algunos fetos, independientemente de cuándo se contrajo el virus durante el embarazo.
Si bien el tamaño de la muestra del estudio es pequeña (88 mujeres embarazadas) los hallazgos son preocupantes. Muchos de los fetos de las mujeres que presentaban un test positivo para Zika desarrollaron complicaciones muy serias y a veces fatales, incluyendo problemas en su crecimiento, cabezas muy pequeñas, desórdenes cerebrales, disrupciones del sistema nervioso central y flujo sanguíneo anormal. (http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1602412)
Como tantas otras situaciones en Medicina Reproductiva, el Zika claramente es un ejemplo de la importancia de la Prevención en Salud, la implicancia de una adecuada educación de la población general y de los proveedores de salud en particular, y todo esto asociado a una acción combinada entre todos los sectores involucrados pero bajo el paraguas de iniciativas gubernamentales precisas, destinadas a promover una adecuada difusión e implementación en tiempo y forma de todas las medidas que sean necesarias.
Ester Polak de Fried es médica especialista en Ginecología y Obstetricia, Endocrinología y Fertilidad. Directora del Depto de Medicina Reproductiva del CER